Columna: La transparencia garantiza derechos populares

(Por Juan Gajardo López / miembro Comisión Política PC de Chile). En el año durante el cual el gobierno está obligado a hacer cursar su agenda legislativa, hizo un llamado a los presidentes de los partidos de la oposición a negociar en La Moneda. Esto en un clima marcado por el pesimismo de los agentes económicos ante la escasa probabilidad de un repunte económico significativo, cual fue la demagógica promesa de campaña del actual presidente; a lo cual se suma que en todas las encuestas se verifica un incremento en los niveles de desaprobación del gobierno, incluido Piñera y agreguemos  el fracaso de su incursión en política internacional, donde esperaba lograr aprobación ciudadana, dada la chabacanería que primó en su Prosur y sus invitados encabezados por Bolsonaro.

Obviemos y no porque carezca de importancia, lo impropio de los canales por los cuales se intentó “informar” al presidente de nuestro Partido de esta “invitación”, para buscar precisar cuál es el sentido de este movimiento político gubernamental. No se trata de aquellos diálogos de “unidad nacional” de principios de gobierno, al cual se sintió convocada una ralea de personeros. Tampoco se puede aducir la ausencia de canales de comunicación, porque todo gobierno los tiene partiendo por los institucionales (hay un ministerio especializado en esos menesteres). Lo a tratar tampoco está referido a temas que amenacen la integridad del Estado, la república o la nación. Lo cierto es que al gobierno lo que le interesa es aprobar en el parlamento SUS proyectos.

Entonces lo a discutir es si se vuelven a “integrar” los impuestos, lo que en lo práctico se traduce, tal como lo precisó una amplia mesa de expertos de todos los partidos de oposición, que una ínfima minoría retiene para sí una cantidad significativa de recursos y para mitigar esa pérdida el gobierno propone más impuestos indirectos, que afectan a toda la gente o, lo a discutir son ajustes al sistema tributario que no invaliden un mínimo sentido de redistribución de recursos. Situación similar es con la reforma previsional, en la cual el gobierno enmascara su voluntad de seguir fortaleciendo las AFP inyectándoles más recursos de los trabajadores, uniéndolas al fondo solidario que tiene un sentido opuesto y que permite pensiones mínimas de sobrevivencia, a cargo del Estado, para los sectores más precarizados. Podríamos seguir abundando en ejemplos, pero el caso es que todo lo a negociar debe hacerse con transparencia, explicando a la ciudadanía el porqué de las definiciones que cada cual tome. Y ese espacio es el Congreso en sus dos cámaras.

Sin duda cada fuerza política es responsable de sus decisiones, pero cuando los comunistas decidimos no ir a La Moneda, estábamos diciendo que.no nos prestamos para juegos de corte, que jamás hemos rechazado el diálogo y la negociación, pero no estamos disponibles para aprobar proyectos de ley que vulneran o atentan contra los intereses de las mayorías. Optamos por el movimiento popular y sus reivindicaciones , que se expresan día a día en las calles de nuestro país.