(Vía ElSiglo.Cl). Arévalo Méndez indicó que “vamos a un proceso de diálogo y negociación” con la oposición, pero advirtió que no puede ser con “una pistola en la sien” del Gobierno.

El embajador de Venezuela en Chile, Arévalo Méndez, sostuvo que “en Venezuela vamos a un proceso de diálogo y negociación (entre la oposición y el Gobierno)” y enfatizó que “evidentemente que vamos a ir a conversaciones”.

Pero advirtió que “es difícil que si somos mayoría, estamos en el Gobierno y tenemos el apoyo del pueblo, vamos a ir a conversar con una pistola en la sien, con tanta injerencia extranjera, con quien ha promovido el bloqueo financiero y comercial al país, en esas condiciones es difícil. La derecha debe entender que no se puede ir a dialogar en esas condiciones”.

Las afirmaciones del representante diplomático se dieron en el contexto de los cinco puntos planteados por el Presidente Nicolás Maduro para sentarse a dialogar, que son básicamente respeto a la soberanía, a la paz, levantamiento de las sanciones contra Venezuela, un mecanismo que permita dirimir las diferencias políticas entre Gobierno y oposición y la no injerencia de otras naciones en los asuntos internos del país.

Méndez advirtió que en las actuales condiciones, sentarse a hablar con la oposición es hablar con Estados Unidos. Expresó que esa condición debe cambiar.

En conversación con panelistas del programa “De domingo a domingo. Sin restricción”, de Radio Nuevo Mundo, el embajador hizo una caracterización general de la oposición venezolana. “Hay una oposición fraccionada, desgastada, dividida, peleada internamente. Es uno de los problemas que tiene el país, porque no hay una oposición cohesionada, ordenada, que sea seria y se puede sentar a dialogar”.

Remarcó que en su país “se necesita una oposición seria, responsable, que aporte a la sociedad y a las soluciones”.

Bachelet, “venga, entérese” sobre DDHH

En cuanto a reiteradas referencias y denuncias de que en Venezuela se están violando los derechos humanos, Arévalo Méndez lo atribuyó más a una campaña mediática que a informes fidedignos y reales de que eso suceda. Recordó que hace poco en Naciones Unidas se dijo que prácticamente en todos los países hay violaciones a derechos ciudadanos y humanos; por ejemplo, en Noruega se violan derechos humanos de migrantes, en Francia de quienes participan en el movimiento de “chalecos amarillos”. Refirió que “no es en Venezuela donde aparecen fosas comunes, donde se asesinan cada semana a líderes sociales, donde hay 40 mil desaparecidos, donde se mata a dirigentes medioambientalistas e indígenas.

El embajador venezolano aseveró que “está claro que no hay una conducta sistemática de violaciones a derechos humanos” en su país.

En relación a que Michelle Bachelet, como alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas vaya a constatar la situación en Venezuela, el diplomático dijo que “se le ha invitado al menos tres veces. Se le ha invitado reiteradamente, venga, se la ha dicho, entérese, se le esté esperando cuando ella quiera”.

Encarar el tema del petróleo

Consultado sobre los problemas de abastecimiento y económicos en su país, el representante en Chile sostuvo que hay un desabastecimiento bastante grande, sobre todo de medicinas y alimentos. Apuntó que “eso comenzó con el bloqueo financiero y comercial que impuso Barack Obama planteando que Venezuela afectada la seguridad interna de Estados Unidos. Luego vino la retención de dineros, de decenas de miles de dólares provenientes de la venta de petróleo. No se podía sacar capital venezolano hacia el extranjero para hacer importaciones, eso afectó mucho”.

Luego contó que se ha producido el apoyo y los acuerdos con países como Rusia, China, India, El Salvador, Nicaragua, Turquía, Cuba y organismos como la FAO y el PNUD de Naciones Unidas. Eso permite resolver problemas urgentes, de alimentos, medicinas e insumos.

Méndez explicó que hay una afectación por la baja del precio del petróleo, “pero lo que más afecta es una baja en la producción del petróleo”. Añadió que eso viene ocurriendo hace años, por decisiones tomadas por trasnacionales estadounidenses que proporcionaban la tecnología para la explotación del petróleo, como la “Halliburton”, donde el ex Vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, era directivo. Indicó que “hay que considerar que altos funcionarios de EU, como Condoleezza Rice, Otto Reich, Marco Rubio y Mario Díaz-Balart (estos últimos estuvieron en Cúcuta, Colombia) tienen intereses en grandes compañías petroleras estadounidenses que quieren penetrar en Venezuela”, y ha quedado claro que con esos intereses, es clara la promoción de la intervención en su país por parte de ese tipo de personeros.

Precisó que “en todo caso, en Estados Unidos ya hay más interés por el gas venezolano que por el petróleo”.

Para palear el asunto de la producción petrolera, manifestó que se está recurriendo a antiguos pozos petroleros donde el mineral es menos pesado y está a menos profundidad, para extraer más y aumentar la producción. Este año se espera llegar a millón de barriles.

El embajador dijo asimismo que se busca diversificar la producción y la economía, dándole importancia a la agricultura, el gas, minería, medicamentos.

Fuerzas Armadas fusionadas con el pueblo

Una de las estrategias de Estados Unidos, de la derecha regional y de sectores de la oposición era que las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) se dividieran. Eso se esperó, por ejemplo, el 23 de febrero, día en que se realizó la operación crucial en la zona fronteriza con Colombia. Pero eso no ocurrió ni ha ocurrido.

Como parte de la explicación, el embajador de Venezuela sostuvo que en su país “entre el pueblo y las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas más que unidad hay fusión, las fuerzas armada son pueblo. Las FANB se politizaron en función de ser conscientes de la necesidad de defender los recursos naturales del país, que debemos administrarlos los venezolanos, de estar a favor de los intereses de la nación y del pueblo. Es una fuerza ideologizada, con conciencia de clase, hay que ver quiénes son y de dónde vienen, y se sabrá que los altos mandos y los integrantes de las fuerzas armadas provienen del pueblo”.