“REDESCUBRIENDO EL SANDINISMO” por Carlos M. Fonseca López

(El autor es nieto del Comandante Carlos Fonseca Amador e hijo de Carlos Fonseca Terán). Para mi generación, esa generación de jóvenes adultos sandinistas que apenas y logramos presenciar el liderazgo de gobernar desde abajo, el desafío por derrotar el golpe suave de la extrema derecha ha marcado un antes y después en nuestras vidas.

Al menos por mi parte, la crisis me ha motivado a integrarme y participar activamente en las estructuras territoriales del Frente Sandinista, reunirme con otros compañeros para analizar y debatir sobre la situación actual del partido, es decir tratar de aportar y hacer un esfuerzo por defender el proyecto histórico del sandinismo en estos momentos de adversidad.

Recuerdo, que recién iniciado el conflicto, yo también fui víctima de la feroz campaña mediática de la oposición, la confusión en la que estuve inmerso persistió alrededor de dos semanas y fueron días de mucha tristeza y consternación.

Lamentablemente, tres meses después aún quedan muchos atrapados en el engaño y la frustración.

La campaña de odio y difamación hacia el gobierno sandinista comenzó desde el año 2007, utilizando desde el inicio medios muy sofisticados para manipular la opinión pública y distorsionar los objetivos que pretende alcanzar el gobierno de reconciliación y unidad nacional. Sin embargo, fue hasta en abril del año 2018 que su plataforma de mentiras logró desestabilizar el país, provocando la necesidad colectiva de replantear nuestra estrategia a nivel interno para rectificar errores y asumir las responsabilidades que nos corresponden en el estallido de la crisis.

Un paso importante en ese sentido debe ser abrir de manera amplia los espacios de participación y promover el espíritu autocrítico para saber identificar las debilidades y mejorar. La militancia debe reaprender a expresarse libremente sin temor a ser calificado de traidor. El comandante Fidel Castro lo delimitaba de manera clara en una reunión con los intelectuales cubanos sobre la libertad creativa: “Esto significa que, dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada.”

Todos los aportes son bienvenidos desde una posición de apoyo al proyecto revolucionario sandinista por la emancipación del pueblo nicaragüense, debemos estimular la iniciativa y creatividad del militante sandinista para consolidar el proceso y prevenir otro oscuro episodio golpista. La autocrítica es saludable, cuando se ejerce con afán constructivo y fraternal.

Los liderazgos también son importantes, desde la perspectiva que todos formamos parte de este. El comandante Daniel Ortega es producto de un proceso de lucha sandinista, es símbolo de unidad inquebrantable, y es nuestro legado a preservar. Para la derecha global es más fácil dirigir sus ataques hacia las personas, por la vulnerabilidad del ser humano para cometer errores. No obstante, debemos estar claros que cuando emprenden sus campañas de odio en contra del liderazgo más visible, en realidad lo que pretenden es deslegitimar los principios de la organización armonizada bajo su liderazgo.

En este caso, lo que la derecha criolla ha pretendido en realidad no es deslegitimar al presidente de la republica por sus acciones, sino deslegitimar al sandinismo por sus aspiraciones. Esta sutil ofensiva ideológica fue contenida en gran parte, gracias a la firmeza de nuestros padres y abuelos (sandinistas experimentados) quienes fueron formados en el fragor del combate y nos transmitieron esa fortaleza de lucha inclaudicable.

Precisamente por ese ataque despiadado a lo que representa el Frente Sandinista de Liberación Nacional, es que la contraofensiva debe ser enfocada en una aplicación rigurosa de esos principios revolucionarios. No debemos olvidar que nosotros nacimos de una lucha por la justicia y la libertad. Procuremos retomar esos principios con mayor vigor, en nuestro quehacer cotidiano y en nuestras responsabilidades partidarias.

Ahora nos toca reconstruir el país y retornar a la senda del crecimiento económico; aprendiendo a lidiar con una clase empresarial cada vez más beligerante.